Microbiota oral: ¿qué provoca en la boca?
Todos conocemos la importancia de cuidar la microbiota intestinal, pero, ¿cuidamos también las bacterias de la boca?
La microbiota oral es la segunda más abundante en el cuerpo humano, detrás de la intestinal. Sabemos que llevar una buena higiene es fundamental para prevenir caries y otras patologías de dientes y encías. La salud bucal es un componente crucial de la salud general, y la microbiota oral desempeña un papel esencial.
En este artículo vamos a ver qué es la microbiota oral, qué bacterias la componen, sus funciones, cómo la disbiosis oral puede afectar nuestra salud bucal y qué podemos hacer para cuidarla.
¿Qué vas a encontrar?
¿Qué es la microbiota oral?
La microbiota oral es el conjunto de bacterias y otros microorganismos que habitan en nuestra boca. El microbioma oral es el conjunto de estos y de sus genes. Los microorganismos de la boca forman un ecosistema, que debe estar en equilibrio (eubiosis) para que vaya todo bien. La microbiota bucal forma verdaderas comunidades donde coexisten por zonas, variando incluso dentro de cada zona de la boca: la saliva, el esmalte de los dientes, el surco gingival, la mucosa de la lengua o la mejilla…
¿Qué bacterias se encuentran en la boca?
El tubo digestivo comienza en la boca, la cual, tiene un pH, una humedad y una accesibilidad de nutrientes muy adecuados para el crecimiento microbiano.
La microbiota normal de la boca contiene más de 2000 especies diferentes conocidas hasta la fecha, lo cual supone un 57% de la microbiota (número que probablemente vaya en aumento), entre las que encontramos más de 770 especies bacterianas. Tan solo un mililitro de saliva contiene 100 millones de microorganismos.
¿Qué encontramos entre las bacterias en la boca de forma habitual?:
- Bacillota (antes conocidas como Firmicutes) como Streptococcus y Veillonella, que son las más abundantes.
- Actinomycetota (Actinobacteria).
- Bacteroidota (Bacteroidetes).
- Fusobacteriota (Fusobacteria).
- Pseudomonadota (Proteobacteria).
Bacillota, Actinomycetota, Pseudomonadota, Fusobacteriota, Bacteroidota y Spiroquetas constituyen el 96% de las bacterias orales. También encontramos hongos como Candida o Saccharomyces, y arqueas, virus y otros microorganismos como las CPR (bacterias ultrapequeñas).
La composición de la microbiota oral, como el resto, depende de la microbiota de la mamá gestante, siendo la salud oral de la madre un factor muy importante para el correcto desarrollo de la microbiota del bebé. Luego, la microbiota oral cambia y se desarrolla con la edad, encontrándose que, en el adulto, hasta un 40-60% de las especies de bacterias de la microbiota oral pueden ser identificadas en las heces, por lo que se considera que una parte de la configuración de la microbiota intestinal depende en parte de la microbiota oral.
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¿Qué bacterias se encuentran en la boca y nariz? La base de datos de la microbiota oral (Human Oral Microbiome Database, eHOMD) recoge que se han descubierto bacterias nuevas en la nariz diferentes a las de la boca, como es la Lawsonella clevelandensis o la Neisseriaceae [G-1] HMT-174. La microbiota nasal también puede presentar disbiosis.
Funciones de la microbiota oral
La microbiota oral desempeña una serie de funciones importantes para nuestra salud, no solamente a nivel bucal, sino también general. Entre estas funciones se incluyen:
- La protección contra patógenos: las bacterias comensales (o “flora comensal”) compiten con los microorganismos patógenos por recursos y espacio, ayudando a prevenir infecciones. Además, segregan bacteriocinas y otras sustancias antimicrobianas para crear un ecosistema saludable.
- La digestión: algunas bacterias en la boca ayudan en la descomposición de los alimentos y en la digestión inicial de los carbohidratos.
- El mantenimiento del pH: la microbiota oral ayuda a regular el pH de la boca, lo que es crucial para prevenir la caries dental y otras enfermedades bucales.
- El soporte al sistema inmunitario de la boca, estimulando la producción de inmunoglobulinas y ejerciendo un papel antiinflamatorio, manteniendo en buen estado la mucosa y previniendo las aftas y llagas bucales.
- La conversión del nitrato en nitrito, una sustancia antiinflamatoria que ayuda también a nivel cardiovascular. La salud oral se ha relacionado extensamente con la salud cardiovascular y cerebral.
Disbiosis oral. ¿Qué produce?
La boca alberga una gran variedad de bacterias, la mayoría beneficiosas para nuestra salud bucal. Sin embargo, otras pueden causar problemas si se desequilibra la microbiota. Este desequilibrio en la microbiota oral, conocido como disbiosis bucal, está relacionado con diversos factores, como:
- Una mala higiene bucal.
- El tabaco y el alcohol.
- El uso de ciertos medicamentos.
- Condiciones médicas subyacentes, como la diabetes.
- Respirar por la boca.
- El uso diario y abusivo de colutorios orales antibacterianos.
- Una dieta poco saludable, con excesivo consumo de azúcar, que causa el sobrecrecimiento de microorganismos que usan estos azúcares y causan caries, como el Streptococcus mutans.
La disbiosis oral se ha relacionado con problemas sistémicos como endocarditis, problemas gastrointestinales, parto prematuro, obesidad, cáncer (por ejemplo el de células escamosas), demencias…
En la enfermedad periodontal aparece un crecimiento excesivo de los llamados periodontopatógenos, como F. nucleatum o P. gingivalis. La enfermedad periodontal cronificada y la inflamación sistémica que esta produce se han relacionado con un aumento en enfermedad cardiovascular, diabetes, obesidad, enfermedades pulmonares, renales y hepáticas, neurodegenerativas como Alzheimer, cáncer en páncreas, colon, tiroides, cabeza y cuello, enfermedades autoinmunes, y problemas en el embarazo, entre otros muchos.
Llagas en la boca
La disbiosis oral puede predisponer a la formación de llagas en la boca. Estas lesiones dolorosas pueden dificultar la alimentación y el habla, y pueden ser causadas por un desequilibrio en la microbiota oral, así como por otros factores como el estrés o las deficiencias nutricionales. Otras causas de las llagas pueden ser desde una simple mordedura, hasta infecciones virales o disbiosis, como candidiasis (llagas blancas) o Herpes Virus (ampollas). El tratamiento de la llaga bucal pasará por tratar la causa y usar tratamientos tópicos como los probióticos orales para el equilibrio de la microbiota. Por ejemplo, en el caso de la candidiasis, el probiótico Saccharomyces boulardii nos ayudará a tratarla.
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Aftas
Las aftas son otro síntoma común de disbiosis oral. Estas úlceras en la mucosa bucal, con bordes rojos e inflamados, pueden ser dolorosas y recurrentes, y pueden estar asociadas con un sistema inmune debilitado o desequilibrios en la microbiota oral, como la candidiasis o el sobrecrecimiento de S. mitis u S. oralis, citomegalovirus o Helicobacter pylori se relacionan con la presencia de aftas recurrentes. En este caso, Lactobacillus acidophilus LA-14 nos puede ayudar a equilibrarlo.
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Las causas de las aftas y llagas orales son variadas y van desde traumas localizados hasta enfermedades intestinales subyacentes o incluso procesos de otras enfermedades. El tratamiento de la causa subyacente es vital para la prevención de las recurrencias, y el tratamiento tópico, como el uso de probióticos, para poder tratar con éxito una lesión activa (y además, prevenir que vuelva a aparecer).
Halitosis
La halitosis, o mal aliento, es otra consecuencia de la disbiosis oral. Cuando las bacterias en la boca descomponen los restos de comida y producen compuestos volátiles (sulfurosos, nitrogenados, alcoholes, fenoles…), pueden provocar un olor desagradable en el aliento. Aunque la causa principal de la halitosis, de la que puede sufrir un 31% de las personas, suele ser en un 90% causa de una disbiosis oral (incluida la periodontitis y la disbiosis de la lengua), otras posibles causas pueden ser los problemas respiratorios, gastrointestinales, renales, metabólicos, endocrinos y otros. La halitosis se puede mejorar con Lactobacillus salivarius K12, M18 o LS33.
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Tratamiento de disbiosis oral
¿Cómo mejorar la microbiota bucal? El tratamiento de la disbiosis oral se centra en restaurar el equilibrio de la microbiota oral y abordar cualquier causa subyacente. Una estrategia importante para ello es mejorar la higiene bucal, incluyendo el cepillado regular, el uso de hilo dental y por supuesto, a nuestros amigos, los probióticos orales.
Probióticos
Los probióticos ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota oral y han sido ampliamente utilizados con éxito en el tratamiento de la disbiosis oral y sus complicaciones: caries, periodontitis, halitosis, aftas… Compiten con los patógenos por comida y espacio en la boca, producen bacteriocinas y otras sustancias antimicrobianas que ayudan al pH y al ecosistema oral, ayudan al sistema inmunitario, y por tanto, son antimicrobianos y antiinflamatorios.
Algunas de las cepas más investigadas en la salud oral son:
- L. salivarius, usado con éxito en gingivitis y periodontitis. Produce enzimas como dextranasa y ureasa, que reduce la placa dental y mantiene el pH correcto, evitando la desmineralización del diente y neutralizando otras bacterias que causan caries. L. salivarius coloniza la cavidad oral, inhibiendo a los patógenos causantes de periodontitis y caries. También reduce la producción de compuestos que generan halitosis.
- L. rhamnosus, que ha demostrado ayudar a reducir la candidiasis, junto con S. boulardii.
- L. acidophilus es ampliamente utilizado para prevenir la caries y la periodontitis, favorece el correcto pH y la diversidad alfa de la microbiota oral saludable.
- L. paracasei NTU-101 ha demostrado efectos anti-periodontitis, reduce la inflamación causada por citoquinas en respuesta a los lipopolisacáridos (LPS), es antioxidante, mejora la inmunidad de la mucosa oral y previene la pérdida de densidad de diente.
Conclusión
La microbiota oral es un componente vital de nuestra salud bucal y general. Mantener un equilibrio saludable en la microbiota oral es esencial para prevenir enfermedades bucales y promover una buena salud a todos los niveles.
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